Censura...

Censura… qué es lo primero que pienso cuando escucho o leo la palabra “censura”, tiendo a pensar en el deseo de expresar una idea y que “alguien” no me deje hacerlo. Tiro ideas vagas, por tratar de escribir esto. Sé que debería llevar un orden para escribir esto. ¿Pero estaría acaso censurando a mi cabeza? Porque ella quiere expresarse así, quiere contar que le parece infame, por decir lo menos, que Chile se haga llamar un país, donde existe la libre expresión, si aun está en Argentina por exilió la escritora de “el libro negro de la justicia Chilena”, exilio causado por la publicación de tal libro.
El diccionario de la Real Academia Española define la palabra “censura”
Como 1: “Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito” significado que no es muy certero en la cotidianidad del uso de esta palabra. 2: “nota, corrección o reprobación de algo” significado que se acerca más a la realidad social en la que vivimos.
Es inevitable pensar en algo negativo cuando pensamos en censura, pero no sé que tan malo puede ser filtrar algunas de tus ínfimas ideas y dejarlas atrapadas en tu inconciencia.
Y así podemos ver, y apreciar que la censura no es lo mismo para todos. Y si hay una opinión que me impactó sobre censura, fue escuchar al gran Alejandro Jodorowsky, frente al cuestionamiento de CENSURAR su película “el topo” para ser exhibida en los países, Jodorowsky dice: “aunque a la Venus de mila le quitaron sus brazos, siguió siendo una obra de arte”. Claro está que eso fue hace muchos años y hoy podemos disfrutar de la película sin censura, pero ese es otro tema. Nunca pude borrar de mi memoria aquella frase, es complicado, sobre todo para el artista, ser censurado.